Alfonso Espinosa.
En medio de crecientes dudas en Israel sobre el desarrollo de la guerra en Gaza, el ejército anunció el martes la trágica pérdida de 24 soldados en un solo día, marcando el día más letal en los tres meses de invasión. Diecinueve de ellos estaban dentro de dos edificios, ubicados a unos 600 metros de la frontera, donde realizaban labores de minado para una explosión controlada.
Según la investigación inicial, milicianos palestinos lanzaron una granada propulsada por cohete contra uno de los inmuebles, provocando su colapso y activando los explosivos. Aunque se está investigando la causa exacta, una segunda granada alcanzó el tanque que supervisaba la operación de minado, cobrando la vida de dos militares más, mientras que los tres restantes perdieron la vida en un incidente separado. El ministro de Defensa, Yoav Galant, expresó en un comunicado que la caída de los combatientes es esencial para alcanzar los objetivos de una guerra que, según él, «determinará el futuro de Israel en las próximas décadas».
En paralelo, las tropas israelíes completaron el cerco sobre Jan Yunis, la principal ciudad del sur de la Franja, centrando allí su avance militar.